miércoles, 6 de octubre de 2010

LOS PARASITOS

PARASITOS

Es aquel ser vivo que se nutre a expensas de otro ser vivo de distinta especie sin aportar ningún beneficio a este último. Este otro ser vivo, recibe el nombre de huésped u hospedador, a expensas del cual se nutre el parásito, pudiendo producir en algunos casos daño o lesiones.Es dependiente metabólicamente de su hospedador y no es beneficiosa para éste.El parásito también puede obtener otros beneficios del huésped, como protección frente a depredadores o competidores. Además, pueden beneficiarse de cuidados parentales.puede decirse que un hospedador no siempre nutre al ejemplar que lo parásita, también puede nutrir a sus huevos o crías. De esta manera, la relación más importante puede no ser trófica, aunque estos casos son bastantes aislados.
Los parásitos suelen causar siempre algún perjuicio a su hospedador en mayor o menor grado, si bien a veces es imposible discernir el parasitismo del comensalismo y no faltan ejemplos de parásitismos que a pesar de ser claros agentes patógenos pueden tener algún efecto positivo sobre el hospedador. Se cree que en esta relación puede evolucionar, a lo largo de muchas generaciones de parásitos y hospedadores, hacia una simbiosis mutuamente beneficiosa (mutualismo).

Clasificación
  • Existen microparásitos, son pequeños y extremadamente numerosos, se multiplican dentro del huésped y en muchos casos lo hacen dentro de las células del huésped, por lo tanto se relacionan con el metabolismo y provocan reacciones por parte de los anticuerpos.
  • Los macroparásitos crecen, y en algunos casos se multiplican dentro del huésped. En otros casos producen fases infecciosas que salen fuera del huésped, para afectar a otros. Viven sobre (los piojos, por ejemplo) o dentro del cuerpo (las lombrices intestinales, por citar un ejemplo) o en las cavidades del hospedero y, por lo general, se puede estimar el número de macroparásitos existente en el organismo afectado.
El parasitismo implica una relación trófica con su huésped (obtención de nutrientes) pero también puede implicar otras relaciones como lo es la de protección por parte de este último.

TIPOS
Existen formas parásitas en muchos grupos biológicos. Entre ellos están:


Atendiendo al lugar ocupado en el cuerpo del hospedador, los parásitos pueden clasificarse en
  • ectoparásitos: Viven en contacto con el exterior de su hospedador (por ejemplo la pulga)
  • endoparásitos: Viven en el interior del cuerpo de su hospedador (por ejemplo una tenia o una triquina)
  • mesoparásitos: Poseen una parte de su cuerpo mirando hacia el exterior y otra anclada profundamente en los tejidos de su hospedador. En algunos casos extremos de mesoparásitos de peces (copepodos pennellidae), pueden tener la cabeza introducida en el corazón de su hospedador y extenderse por las arterias hasta las branquias, o perforar la cavidad visceral.
PARASITOLOGIA
La ciencia que estudia los parásitos es la parasitología, así como la interacción biológica entre dos especies, parásito y hospedador, se denomina parasitismo.Se encarga de estudiar exclusivamente a los parásitos eucariotas excepto los hongos. Es decir, tanto los eucariotas unicelulares del parafilético grupo Protista, como los pluricelulares (metazoos) que incluyen a platelmintos, nematodos, artrópodos, etc.

El parasitismo es que conlleva un intercambio de sustancias, que provocan en el hospedador una respuesta inmunológica. De esta manera, el parásito debe vencer la acción del sistema inmune del hospedador para tener éxito. Así, las interacciones antígeno-anticuerpo son más complicadas cuanto mayor sea la complejidad de los antígenos. Las células eucariotas poseen una gran cantidad de antígenos

Un recurso de inmunoevasión para el parásito es el de formar antígenos que se parezcan a los del huésped (mimetismo molecular). Otro, es el de adherir antígenos del hospedador a la superficie externa del cuerpo del parásito (enmascaramiento antigénico); Otro, es el recurso de ir variando constantemente y rápidamente sus proteínas de superficie (variación antigénica) de forma que los anticuerpos producidos por el huésped no lo puedan reconocer; el resultado es que el hospedador invadido no reconoce al parásito como invasor o la respuesta que éste produce no es totalmente efectiva.

Si bien el parásito debe adaptarse a la respuesta inmunitaria y,  a la vida parasitaria, el hospedador también debe hacerlo. Esto es debido a que la población parásita ejerce una presión selectiva en éste, de modo que huésped y hospedador coevolucionan paralelamente a consecuencia del parasitismo.

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